Estimular a los Pesados – Pero sin Prohibir a los Livianos
Las cadenas agroindustriales le siguen solicitando al Gobierno nacional que desactive normativas que vienen de la gestión anterior. ¿Las razones? Las distorsiones que, en general, provocan para la actividad. Ahora le tocó el turno a la reglamentación que dispone el peso mínimo para la faena de bovinos en 300 kilos.
Una disposición vigente desde 2006 y que, a juicio de los sectores de la producción y de los frigoríficos, no dio los resultados esperados.
En julio de 2015, cuando más de 20 entidades de la cadena de la carne emitieron un documento consensuado con políticas para el futuro gobierno, la eliminación del peso de faena figuraba dentro de su contenido.
Durante su vigencia de más de una década, la norma tuvo más de 20 modificaciones y ha generado más distorsiones que beneficios. A tal punto que desde los frigoríficos se asegura que su cumplimiento es escaso.
El grado de incumplimiento que se observa en el límite de faena radica en una imposición del mercado, que arranca con la producción de categorías livianas en el campo (terneros y novillitos) y termina con las preferencias del consumidor en la góndola, habituado a consumir cortes de animales jóvenes.
Para estar dentro de la normativa, los frigoríficos tienen que faenar animales con un peso mínimo de 300 kilos en pie, con un rendimiento de 165 kilos para la res completa y de 83 kilos para la media res. Por debajo de esos parámetros, las plantas trabajan en infracción.
Fomentar más que prohibir
Quienes piden la derogación de la medida sostienen que no hay riesgo de que los límites de peso de la faena perforen los pisos actuales. Desde la Federación de la Industria Frigorífica de la República Argentina (Fifra) aseguran que la decisión de dejar de castigar la faena liviana debe ser sustituida por el estímulo a la producción de novillos más pesados.
A pesar del incumplimiento que en los últimos años ha tenido la medida, abonada por las dificultades del Estado para realizar su control, la producción de carne por animal faenado creció en el último año.
Durante 2016, cada una de las 11,8 millones de reses faenadas en el país aportaron en promedio 216 kilos, dos kilos más que el registrado el año anterior. La producción individual de carne por animal fue la mayor de los últimos tres años, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra).
Desde la industria frigorífica regional confían en que la Subsecretaría de Ganadería de la Nación revisaría durante este año la medida de prohibición; sin embargo, cualquier cambio o supresión no es prioritaria para el Ministerio de Agroindustria, según dejaron entrever fuentes del organismo.
Más allá de la permanencia de la medida, lo que parece estar claro en la cadena de ganados y carnes es que la producción bovina debe sumar más kilos por animal. Dentro de ese objetivo, la vuelta de la recría como un eslabón intermedio entre la cría y el engorde de corto plazo es el rumbo a seguir. El camino es estimular la producción de animales más pesados, pero sin prohibir la de los livianos.
Por Alejandro Rollán
Fuente: Agrovoz