Si disponen de lotes de Trigo, Avena o Cebada por favor consultar en Cereales o Agronomía para su comercialización.
¡Muchas Gracias!
https://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2014/05/trigo-aven-ceb.jpg375500CSThttp://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2022/03/CST-Logo-75.pngCST2014-05-29 21:54:252014-05-29 21:54:25¿Dispone de Trigo, Avena o Cebada?
https://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2014/05/ACA-SALUDABLE-3-tapa.jpg431300CSThttp://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2022/03/CST-Logo-75.pngCST2014-05-29 21:48:032014-12-04 09:49:28Está disponible la revista Vida Aca Saludable Nº 3
El director del establecimiento de la ACA, ingeniero Rubén Miranda, analiza la situación del cultivo para la próxima campaña de granos finos.
El desarrollo de programas de mejoras sobre la base genética de los cultivos, hoy permite ofrecer una amplia gama de variedades de trigo con distintas alternativas de elección, donde se combinan ciclos, aptitudes agronómicas e industriales, y potencialidades de producción. «El panorama y la posibilidad se da para trigos de altos rendimientos y además, se ha ampliado para trigos de ciclo corto, alta productividad y por otro lado a algunos de los nuevos de alta calidad industrial, como es el caso de ACA 908, que sale por primera vez al mercado y está clasificado como grupo de calidad uno», destacó el ingeniero agrónomo Rubén Miranda, director del Criadero de Cereales que la Asociación de Cooperativas Argentinas posee en cercanías de Cabildo.
Cuando se habla de una mejora en las expectativas de los productores frente al buen panorama climático, ¿se puede traducir en una mayor de área sembrada?
– Hay factores físicos que favorecen esta decisión del agricultor. En este caso, la disponibilidad de agua es uno de ellos. Cuando el perfil está saturado o nos vamos acercando al inicio de la época de siembra y podemos mantener esa agua en el perfil un mes más, esta situación predispone al agricultor más allá de los números. En una zona en la que no hay muchas opciones de cultivos y donde la cosecha de gruesa no ha sido favorable, está claro que se predispone más para los cereales de invierno.
Esta siembra de cereales se va a producir en días más, ¿la humedad acumulada en las abundantes precipitaciones de abril alcanzará para que el cultivo de trigo pueda empalmar bien con las lluvias de primavera?
– Por supuesto que sí, dependiendo en gran parte de la tecnología que se utilice. Si estamos hablando de que la decisión está tomada sobre qué lotes se van a hacer con trigo y mantenemos esa superficie con cobertura, y además con malezas controladas, está claro que para el 20 de mayo vamos a estar en las mejores condiciones para conseguir una implantación de un buen cultivo. La implantación implica desde el período en que se siembra entre 20 ó 25 días, dependiendo de la temperatura del aire y por lo tanto del suelo, para que germine, y llegue hasta pleno macollaje en inmejorables condiciones, según el nivel de nutrientes que vaya a disponer o que le podamos facilitar al cultivo.
Los primeros indicios de parte de los meteorólogos, hablan de que posiblemente tengamos un año «Niño». Esto sería halagüeño, sobre todo para la región del Sudoeste bonaerense y del Sudeste pampeano.
– Sí, recordando campañas donde se ha dado este fenómeno. Si eso fuese así, estaríamos en inmejorables condiciones para obtener una excelente cosecha, por lo menos desde el punto de vista productivo.
Apuntando a las semillas, la pregunta del millón es si el productor debe apuntar a kilos o calidad.
– Todo depende de las condiciones de mercado, ya que si seguimos con restricciones dependemos mucho más de la demanda interna y esto tiene presiones para cumplimentar determinados valores calidad, como pueden ser el contenido de gluten, proteínas, grado comercial, etcétera. Si se abriesen los mercados y se permitiese la exportación, el panorama se tornaría un poco más favorable para la producción de rindes elevados. Será una opción que deberá tomar el productor a ojos cerrados o repartir entre obtener elevados rendimientos y trigo de calidad para poder manejarse peleando el precio en el mercado interno.
Esas dos condiciones se pueden lograr con buenas semillas. En el Criadero de Cereales de Cabildo tienen la experiencia y las variedades como para ofrecer ambas características.
– Así es. El abanico está abierto desde el punto de vista de la oferta de variedades del Criadero. Tenemos materiales de tipo francés de alta productividad. Seguimos teniendo trigos 300, caracterizados por ser de muy buena calidad comercial e industrial. Estos últimos son factores conocidos para la industria molinera, e inclusive en algunas áreas se está separando la producción de ACA 315 para vender a la industria molinera. Esto está pasando en la zona de Rosario, y es ahí donde existe un convenio con una de las molinerías más grandes del país para poder separarles esa producción y así asegurarnos una colocación en el mercado. El panorama y la posibilidad están para trigos de altos rendimientos. Además ahora se ha ampliado para trigos de ciclo corto, alta productividad y por otro lado a algunos de los nuevos de alta calidad industrial, como es el caso de ACA 908, que sale por primera vez al mercado y está clasificado como grupo de calidad uno. Es decir, es un trigo superior, tipo corrector, que la industria puede usar para mejorar la calidad de trigos inferiores.
¿Qué puede decir de las variedades que han salido del Criadero y que han sido evaluadas en la Red de Ensayos Territoriales?
– Los datos que estamos obteniendo de los 23 campos experimentales todavía no están publicados. En estos campos, se han colocados todas las variedades que se están comercializando en el país. Desde ese punto de vista, nuestras variedades este año han sorprendido por el alto potencial y la ubicación que lograron en distintas zonas. Muchos de nuestros materiales han llegado a nivel de experiencia, a las 8 toneladas por hectárea y en algunos casos, como es el caso del ACA 906 y ACA 908, han estado más cerca de las 9 toneladas por hectárea. Esto fija un material que le brinda a los agricultores un techo que difícilmente puedan alcanzar, porque las condiciones de los campos y en superficies más grandes son distintas a las que se pueden aplicar en un ensayo de parcelas, donde se fertiliza, se cuida con precisión el control de malezas y donde el ambiente favorece el potencial de los trigos. Estamos muy conformes. Casi siempre, en todas las épocas de siembra, dentro de los cinco mejores trigos del país están uno o dos de los que ofrece la ACA.
¿Cuáles son las características que tiene estos nuevos cultivares del Criadero de la Asociación de Cooperativas Argentinas?
– En el caso de los trigos de ciclo largo o intermedio que se vuelcan por primera vez en el mercado, son el ACA 360, que sigue la línea de los 300, es un material para sembrar desde principios de junio en adelante, de muy buena productividad y también presenta buena adaptación a la región semiárida. ACA 612 es un trigo intermedio que se lanza al mercado para tratar de ubicarlo en el área que tuvo en algún momento ACA 601, que fue un buen material. Es para siembras intermedias y se recomendaría del 15 ó 20 de junio en adelante. La nueva potencialidad que tenemos dentro de variedades de ciclo corto, es ACA 908, que por ahí no es el que más se utiliza en esta área cercana a Bahía Blanca. Es un trigo que a pesar de contar con sangre francesa en 50% de su contenido, tiene una excelente calidad y sanidad, algo que no es común en materiales que provienen de Europa. Sin embargo, lo hemos conseguido, ya que el resto de la cruza ha compensado eso. Este trigo se ha destacado mucho en los ensayos.
https://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2014/05/Ruben-Miranda.jpg269479CSThttp://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2022/03/CST-Logo-75.pngCST2014-05-29 21:36:122014-05-29 21:36:12Criadero de Cabildo: Trigos Probados y con Respuestas
https://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2014/05/Club_Beneficios_AcaSaludables-H.png127498CSThttp://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2022/03/CST-Logo-75.pngCST2014-05-29 21:25:312014-12-04 09:49:44ACA Salud renovó su Club de Beneficios para estar más cerca tuyo
La elección de la variedad tiene un impacto importante en el resultado productivo del trigo.
El mercado ofrece una gran diversidad de variedades que difieren en su
Parte importante del resultado del trigo depende de decisiones ligadas a la definición de la estructura del cultivo. La estructura queda determinada por la combinación de fecha de siembra, variedad, espaciamiento entre hileras y densidad. Según nuestros análisis, entre el 8 y el 21% de la variabilidad de resultados de campaña es explicada por la estructura (sin considerar la interacción que puede haber entre estructura y otros factores).
En la definición de la estructura, la elección de la variedad es crítica dado que condiciona tanto el rinde y la calidad del grano como otras decisiones de manejo del cultivo (ej. densidad, protección contra enfermedades o fecha de siembra). El mercado ofrece una gran diversidad de variedades. No hay una variedad mejor; la mejor variedad depende de los objetivos productivos.
Los objetivos productivos pueden ser varios: (a) obtener el máximo rinde, (b) obtener una excelente calidad, (c) obtener un balance apropiado rinde/calidad o (d) disminuir costos, por ejemplo.
Los objetivos productivos dependen de factores tales como el potencial del ambiente, pero también de factores operativos, económicos o de mercado (ej. precios esperados, beneficios por calidad). Estos objetivos productivos configuran el mapa de variedades y su difusión. En nuestras regiones trigueras, pocos objetivos productivos están muy representados en cada región; esto determina en ellas el predominio de un grupo relativa-mente reducido de variedades (como ejemplo, ver figura 1).
Figura 1: Rinde regional promedio aproximado de trigo, variedades utilizadas y porcentaje del área que ocuparon durante la campaña 2013/14 en varias zonas de AACREA. La figura fue elaborada por E. Satorre y F. Bert en base a las presentaciones realizadas en la reunión anual de cosecha fina de AACREA (27 de marzo de 2014).
La variedad debe elegirse después de fijar los objetivos productivos. Para cada objetivo, puede haber más de una variedad apropiada. Por ejemplo, en un lote de alto potencial don-de se aspira a maximizar el rinde, el conjunto de variedades a evaluar será uno. Contraria-mente, en un ambiente con limitantes productivas, se puede aspirar a un planteo de trigo de calidad u orientado a reducir costos (el rinde está limitado) y entonces el conjunto de variedades candidatas será otro.
Por otro lado, disponer de distintas variedades, con características diferentes, para cumplir un mismo objetivo ofrece la oportunidad de diversificar algunos riesgos. En última instancia hay que elegir una variedad para cada lote o unidad de manejo. Teniendo en claro el objetivo productivo del lote, al momento de la elección deben considerarse tres atributos clave de las variedades. A continuación se detallan estos atributos:
1. Comportamiento frente al rendimiento (potencial y estabilidad)
Hay diferencias importantes entre las variedades actuales para alcanzar altos rendimientos (potencial de rinde). Distintos ensayos muestran variedades cuyo potencial de rinde (es decir, rinde en muy buenos ambientes) es 5-10% superior que el promedio de las restantes en la comparación. Estas variedades serían las más apropiadas para ambientes donde se pre-sume que el cultivo puede expresar ese alto rendimiento. Por otro lado, los ensayos suelen también mostrar que el rinde de las variedades tiende a ser similar en ambientes de potencial intermedio-bajo (ej. 3800-4500 kg/ha); las variedades de mayor difusión se comportan de manera muy semejante y, en estas situaciones, el atributo potencial de rinde no es crítico para la elección. Suelen verse de nuevo algunas diferencias entre variedades cuando los rindes son muy bajos (menores a 3000 kg/ha), exaltando la estabilidad de algunas variedades en esas condiciones más limitantes para el cultivo.
Reconocer el ambiente productivo que experimentará nuestro cultivo aparece como un primer criterio para la elección y el manejo del elenco de variedades disponibles. En casi toda el área triguera, los mayores rindes se logran con las variedades de mayor longitud de ciclo. Sin embargo, hay variedades de alto potencial con muy distinta longitud de ciclo. Los factores que controlan el ciclo de una variedad pueden determinar comportamientos muy distintos entre regiones y, especialmente, fechas de siembra.
A modo de ejemplo, variedades con altos requerimientos de vernalización (altos requerimientos de frío) se comportarán de manera más inestable a medida que se siembren hacia el norte o en fechas más tardías. Este comportamiento particular de las variedades, determinado por su ciclo -o mejor aún, por los factores que regulan su ciclo y su potencial de rinde, tiene una implicancia práctica muy fuerte a la hora de establecer su elección o manejo. De hecho, ajustando la variedad (ciclo) a la fecha de siembra, pueden mantenerse el potencial de rinde y la estabilidad de un planteo dentro de una amplia ventana de siembra (ej. desde fin de mayo a principios de julio) según la región. En este marco conceptual, el rendimiento de nuestro cultivo no está condicionado por la longitud de ciclo de la variedad, sino que el mismo depende de una combinación entre esa longitud de ciclo y su fecha de siembra.
La implicancia de este concepto es que nos obliga a dejar de pensar el plan de siembra por lote, para condicionar cada variedad disponible a la fecha de siembra de cada lote. A la pregunta, ¿qué variedad vas a sembrar en ese lote? deberíamos responder: “la que corresponda (por objetivo y ciclo) a la fecha en que pueda entrar a sembrarlo”.
2. Comportamiento por calidad
También hay diferencias importantes en la calidad de las variedades actuales. La información provista por el semillero en cuanto al grupo de calidad al que corresponde cada variedad (G1, G2 o G3, para los de mayor o menor calidad, respectivamente) es un elemento importante para elegir variedades cuando se aspira a lograr un trigo de calidad. En general, las variedades de alto potencial de rinde tienden a mostrar bajos valores para algunos parámetros de calidad. Asimismo, tiende a existir una relación negativa entre rinde alcanzado y parámetros de calidad (mediada por la variedad). Esto determina que los objetivos de alto rinde y calidad sean, con pocas excepciones, fuertemente contrapuestos.
Aunque la variedad es condicionante de la calidad, la calidad comercial y panadera de un cultivo está fuertemente influenciada por su manejo. El manejo del cultivo a través de la fertilización (dosis y momento) o la fecha de siembra pueden de-terminar que los parámetros de calidad de la variedad varíen marcadamente. La fertilización nitrogenada, sin dudas, es la herramienta disponible para sostener los parámetros de calidad cuando elegimos variedades con objetivo de alto rinde.
3. Comportamiento frente a enfermedades (Sanidad)
Finalmente, también hay diferencias importantes en el perfil sanitario de las variedades disponibles de trigo. Las diferencias más mar-cadas son principalmente en la susceptibilidad o resistencia frente a roya anaranjada de la hoja. También pueden agruparse variedades según su comportamiento frente a fusarium de la espiga y, con menores diferencias, frente a mancha amarilla. Si bien no siempre es clara la relación entre el potencial de rinde de la variedad y su perfil sanitario, algunas de las variedades actuales de alto potencial son muy susceptibles a enfermedades foliares, por lo que la obtención de ese potencial depende del correcto manejo de las enfermedades. Un análisis cuidadoso permite, sin embargo, discriminar variedades con muy buen comportamiento frente a enfermedades, principalmente roya de la hoja, para ambientes de alto o medio-bajo rendimiento. En ambientes restrictivos, las variedades de buen perfil sanitario podrían disminuir costos por evitar o disminuir aplicaciones de fungicida. A excepción de casos particulares, aún en superficies relativamente pequeñas, es difícil (aunque no imposible) que se decida sembrar una sola variedad. Dos o tres variedades pueden confiablemente aportar flexibilidad y seguridad a un objetivo productivo. Ese pequeño grupo dependerá de la variabilidad ambiental, capacidad y seguridad operativa, negocios alternativos en el mercado de trigo, etc. Asimismo, ese grupo cambiará con la aparición de nuevas variedades u objetivos. En cualquier caso, prestar la atención y el tiempo necesarios a decidir qué variedades sembraré, y cómo lo haré, es el primer paso hacia la construcción de un cultivo de trigo rentable y productivo.
https://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2014/05/F1-Brasil-Encabezado-2.jpg299447CSThttp://sombradetoro.micoope.com.ar/wp-content/uploads/sites/2/2022/03/CST-Logo-75.pngCST2014-05-22 21:54:382014-12-04 09:49:57Viví el Gran Premio de F1 de Brasil!!
¿Dispone de Trigo, Avena o Cebada?
/en Agronomía, CerealesSeñores Asociados:
Si disponen de lotes de Trigo, Avena o Cebada por favor consultar en Cereales o Agronomía para su comercialización.
¡Muchas Gracias!
Está disponible la revista Vida Aca Saludable Nº 3
/en AdministraciónEncuéntrala en el sitio de la Revista: Vida Aca Saludable
Criadero de Cabildo: Trigos Probados y con Respuestas
/en CerealesEl desarrollo de programas de mejoras sobre la base genética de los cultivos, hoy permite ofrecer una amplia gama de variedades de trigo con distintas alternativas de elección, donde se combinan ciclos, aptitudes agronómicas e industriales, y potencialidades de producción. «El panorama y la posibilidad se da para trigos de altos rendimientos y además, se ha ampliado para trigos de ciclo corto, alta productividad y por otro lado a algunos de los nuevos de alta calidad industrial, como es el caso de ACA 908, que sale por primera vez al mercado y está clasificado como grupo de calidad uno», destacó el ingeniero agrónomo Rubén Miranda, director del Criadero de Cereales que la Asociación de Cooperativas Argentinas posee en cercanías de Cabildo.
Cuando se habla de una mejora en las expectativas de los productores frente al buen panorama climático, ¿se puede traducir en una mayor de área sembrada?
– Hay factores físicos que favorecen esta decisión del agricultor. En este caso, la disponibilidad de agua es uno de ellos. Cuando el perfil está saturado o nos vamos acercando al inicio de la época de siembra y podemos mantener esa agua en el perfil un mes más, esta situación predispone al agricultor más allá de los números. En una zona en la que no hay muchas opciones de cultivos y donde la cosecha de gruesa no ha sido favorable, está claro que se predispone más para los cereales de invierno.
Esta siembra de cereales se va a producir en días más, ¿la humedad acumulada en las abundantes precipitaciones de abril alcanzará para que el cultivo de trigo pueda empalmar bien con las lluvias de primavera?
– Por supuesto que sí, dependiendo en gran parte de la tecnología que se utilice. Si estamos hablando de que la decisión está tomada sobre qué lotes se van a hacer con trigo y mantenemos esa superficie con cobertura, y además con malezas controladas, está claro que para el 20 de mayo vamos a estar en las mejores condiciones para conseguir una implantación de un buen cultivo. La implantación implica desde el período en que se siembra entre 20 ó 25 días, dependiendo de la temperatura del aire y por lo tanto del suelo, para que germine, y llegue hasta pleno macollaje en inmejorables condiciones, según el nivel de nutrientes que vaya a disponer o que le podamos facilitar al cultivo.
Los primeros indicios de parte de los meteorólogos, hablan de que posiblemente tengamos un año «Niño». Esto sería halagüeño, sobre todo para la región del Sudoeste bonaerense y del Sudeste pampeano.
– Sí, recordando campañas donde se ha dado este fenómeno. Si eso fuese así, estaríamos en inmejorables condiciones para obtener una excelente cosecha, por lo menos desde el punto de vista productivo.
Apuntando a las semillas, la pregunta del millón es si el productor debe apuntar a kilos o calidad.
– Todo depende de las condiciones de mercado, ya que si seguimos con restricciones dependemos mucho más de la demanda interna y esto tiene presiones para cumplimentar determinados valores calidad, como pueden ser el contenido de gluten, proteínas, grado comercial, etcétera. Si se abriesen los mercados y se permitiese la exportación, el panorama se tornaría un poco más favorable para la producción de rindes elevados. Será una opción que deberá tomar el productor a ojos cerrados o repartir entre obtener elevados rendimientos y trigo de calidad para poder manejarse peleando el precio en el mercado interno.
Esas dos condiciones se pueden lograr con buenas semillas. En el Criadero de Cereales de Cabildo tienen la experiencia y las variedades como para ofrecer ambas características.
– Así es. El abanico está abierto desde el punto de vista de la oferta de variedades del Criadero. Tenemos materiales de tipo francés de alta productividad. Seguimos teniendo trigos 300, caracterizados por ser de muy buena calidad comercial e industrial. Estos últimos son factores conocidos para la industria molinera, e inclusive en algunas áreas se está separando la producción de ACA 315 para vender a la industria molinera. Esto está pasando en la zona de Rosario, y es ahí donde existe un convenio con una de las molinerías más grandes del país para poder separarles esa producción y así asegurarnos una colocación en el mercado. El panorama y la posibilidad están para trigos de altos rendimientos. Además ahora se ha ampliado para trigos de ciclo corto, alta productividad y por otro lado a algunos de los nuevos de alta calidad industrial, como es el caso de ACA 908, que sale por primera vez al mercado y está clasificado como grupo de calidad uno. Es decir, es un trigo superior, tipo corrector, que la industria puede usar para mejorar la calidad de trigos inferiores.
¿Qué puede decir de las variedades que han salido del Criadero y que han sido evaluadas en la Red de Ensayos Territoriales?
– Los datos que estamos obteniendo de los 23 campos experimentales todavía no están publicados. En estos campos, se han colocados todas las variedades que se están comercializando en el país. Desde ese punto de vista, nuestras variedades este año han sorprendido por el alto potencial y la ubicación que lograron en distintas zonas. Muchos de nuestros materiales han llegado a nivel de experiencia, a las 8 toneladas por hectárea y en algunos casos, como es el caso del ACA 906 y ACA 908, han estado más cerca de las 9 toneladas por hectárea. Esto fija un material que le brinda a los agricultores un techo que difícilmente puedan alcanzar, porque las condiciones de los campos y en superficies más grandes son distintas a las que se pueden aplicar en un ensayo de parcelas, donde se fertiliza, se cuida con precisión el control de malezas y donde el ambiente favorece el potencial de los trigos. Estamos muy conformes. Casi siempre, en todas las épocas de siembra, dentro de los cinco mejores trigos del país están uno o dos de los que ofrece la ACA.
¿Cuáles son las características que tiene estos nuevos cultivares del Criadero de la Asociación de Cooperativas Argentinas?
– En el caso de los trigos de ciclo largo o intermedio que se vuelcan por primera vez en el mercado, son el ACA 360, que sigue la línea de los 300, es un material para sembrar desde principios de junio en adelante, de muy buena productividad y también presenta buena adaptación a la región semiárida. ACA 612 es un trigo intermedio que se lanza al mercado para tratar de ubicarlo en el área que tuvo en algún momento ACA 601, que fue un buen material. Es para siembras intermedias y se recomendaría del 15 ó 20 de junio en adelante. La nueva potencialidad que tenemos dentro de variedades de ciclo corto, es ACA 908, que por ahí no es el que más se utiliza en esta área cercana a Bahía Blanca. Es un trigo que a pesar de contar con sangre francesa en 50% de su contenido, tiene una excelente calidad y sanidad, algo que no es común en materiales que provienen de Europa. Sin embargo, lo hemos conseguido, ya que el resto de la cruza ha compensado eso. Este trigo se ha destacado mucho en los ensayos.
Fuente : http://portal.acabase.com.ar/lacooperacion/Lists/Entradas%20de%20blog/Post.aspx?ID=1470
ACA Salud renovó su Club de Beneficios para estar más cerca tuyo
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Trigo: ¿Qué Variedad Elegir?
/en CerealesEl mercado ofrece una gran diversidad de variedades que difieren en su
Parte importante del resultado del trigo depende de decisiones ligadas a la definición de la estructura del cultivo. La estructura queda determinada por la combinación de fecha de siembra, variedad, espaciamiento entre hileras y densidad. Según nuestros análisis, entre el 8 y el 21% de la variabilidad de resultados de campaña es explicada por la estructura (sin considerar la interacción que puede haber entre estructura y otros factores).
En la definición de la estructura, la elección de la variedad es crítica dado que condiciona tanto el rinde y la calidad del grano como otras decisiones de manejo del cultivo (ej. densidad, protección contra enfermedades o fecha de siembra). El mercado ofrece una gran diversidad de variedades. No hay una variedad mejor; la mejor variedad depende de los objetivos productivos.
Los objetivos productivos pueden ser varios: (a) obtener el máximo rinde, (b) obtener una excelente calidad, (c) obtener un balance apropiado rinde/calidad o (d) disminuir costos, por ejemplo.
Los objetivos productivos dependen de factores tales como el potencial del ambiente, pero también de factores operativos, económicos o de mercado (ej. precios esperados, beneficios por calidad). Estos objetivos productivos configuran el mapa de variedades y su difusión. En nuestras regiones trigueras, pocos objetivos productivos están muy representados en cada región; esto determina en ellas el predominio de un grupo relativa-mente reducido de variedades (como ejemplo, ver figura 1).
Figura 1: Rinde regional promedio aproximado de trigo, variedades utilizadas y porcentaje del área que ocuparon durante la campaña 2013/14 en varias zonas de AACREA. La figura fue elaborada por E. Satorre y F. Bert en base a las presentaciones realizadas en la reunión anual de cosecha fina de AACREA (27 de marzo de 2014).
La variedad debe elegirse después de fijar los objetivos productivos. Para cada objetivo, puede haber más de una variedad apropiada. Por ejemplo, en un lote de alto potencial don-de se aspira a maximizar el rinde, el conjunto de variedades a evaluar será uno. Contraria-mente, en un ambiente con limitantes productivas, se puede aspirar a un planteo de trigo de calidad u orientado a reducir costos (el rinde está limitado) y entonces el conjunto de variedades candidatas será otro.
Por otro lado, disponer de distintas variedades, con características diferentes, para cumplir un mismo objetivo ofrece la oportunidad de diversificar algunos riesgos. En última instancia hay que elegir una variedad para cada lote o unidad de manejo. Teniendo en claro el objetivo productivo del lote, al momento de la elección deben considerarse tres atributos clave de las variedades. A continuación se detallan estos atributos:
1. Comportamiento frente al rendimiento (potencial y estabilidad)
Hay diferencias importantes entre las variedades actuales para alcanzar altos rendimientos (potencial de rinde). Distintos ensayos muestran variedades cuyo potencial de rinde (es decir, rinde en muy buenos ambientes) es 5-10% superior que el promedio de las restantes en la comparación. Estas variedades serían las más apropiadas para ambientes donde se pre-sume que el cultivo puede expresar ese alto rendimiento. Por otro lado, los ensayos suelen también mostrar que el rinde de las variedades tiende a ser similar en ambientes de potencial intermedio-bajo (ej. 3800-4500 kg/ha); las variedades de mayor difusión se comportan de manera muy semejante y, en estas situaciones, el atributo potencial de rinde no es crítico para la elección. Suelen verse de nuevo algunas diferencias entre variedades cuando los rindes son muy bajos (menores a 3000 kg/ha), exaltando la estabilidad de algunas variedades en esas condiciones más limitantes para el cultivo.
Reconocer el ambiente productivo que experimentará nuestro cultivo aparece como un primer criterio para la elección y el manejo del elenco de variedades disponibles. En casi toda el área triguera, los mayores rindes se logran con las variedades de mayor longitud de ciclo. Sin embargo, hay variedades de alto potencial con muy distinta longitud de ciclo. Los factores que controlan el ciclo de una variedad pueden determinar comportamientos muy distintos entre regiones y, especialmente, fechas de siembra.
A modo de ejemplo, variedades con altos requerimientos de vernalización (altos requerimientos de frío) se comportarán de manera más inestable a medida que se siembren hacia el norte o en fechas más tardías. Este comportamiento particular de las variedades, determinado por su ciclo -o mejor aún, por los factores que regulan su ciclo y su potencial de rinde, tiene una implicancia práctica muy fuerte a la hora de establecer su elección o manejo. De hecho, ajustando la variedad (ciclo) a la fecha de siembra, pueden mantenerse el potencial de rinde y la estabilidad de un planteo dentro de una amplia ventana de siembra (ej. desde fin de mayo a principios de julio) según la región. En este marco conceptual, el rendimiento de nuestro cultivo no está condicionado por la longitud de ciclo de la variedad, sino que el mismo depende de una combinación entre esa longitud de ciclo y su fecha de siembra.
La implicancia de este concepto es que nos obliga a dejar de pensar el plan de siembra por lote, para condicionar cada variedad disponible a la fecha de siembra de cada lote. A la pregunta, ¿qué variedad vas a sembrar en ese lote? deberíamos responder: “la que corresponda (por objetivo y ciclo) a la fecha en que pueda entrar a sembrarlo”.
2. Comportamiento por calidad
También hay diferencias importantes en la calidad de las variedades actuales. La información provista por el semillero en cuanto al grupo de calidad al que corresponde cada variedad (G1, G2 o G3, para los de mayor o menor calidad, respectivamente) es un elemento importante para elegir variedades cuando se aspira a lograr un trigo de calidad. En general, las variedades de alto potencial de rinde tienden a mostrar bajos valores para algunos parámetros de calidad. Asimismo, tiende a existir una relación negativa entre rinde alcanzado y parámetros de calidad (mediada por la variedad). Esto determina que los objetivos de alto rinde y calidad sean, con pocas excepciones, fuertemente contrapuestos.
Aunque la variedad es condicionante de la calidad, la calidad comercial y panadera de un cultivo está fuertemente influenciada por su manejo. El manejo del cultivo a través de la fertilización (dosis y momento) o la fecha de siembra pueden de-terminar que los parámetros de calidad de la variedad varíen marcadamente. La fertilización nitrogenada, sin dudas, es la herramienta disponible para sostener los parámetros de calidad cuando elegimos variedades con objetivo de alto rinde.
3. Comportamiento frente a enfermedades (Sanidad)
Finalmente, también hay diferencias importantes en el perfil sanitario de las variedades disponibles de trigo. Las diferencias más mar-cadas son principalmente en la susceptibilidad o resistencia frente a roya anaranjada de la hoja. También pueden agruparse variedades según su comportamiento frente a fusarium de la espiga y, con menores diferencias, frente a mancha amarilla. Si bien no siempre es clara la relación entre el potencial de rinde de la variedad y su perfil sanitario, algunas de las variedades actuales de alto potencial son muy susceptibles a enfermedades foliares, por lo que la obtención de ese potencial depende del correcto manejo de las enfermedades. Un análisis cuidadoso permite, sin embargo, discriminar variedades con muy buen comportamiento frente a enfermedades, principalmente roya de la hoja, para ambientes de alto o medio-bajo rendimiento. En ambientes restrictivos, las variedades de buen perfil sanitario podrían disminuir costos por evitar o disminuir aplicaciones de fungicida. A excepción de casos particulares, aún en superficies relativamente pequeñas, es difícil (aunque no imposible) que se decida sembrar una sola variedad. Dos o tres variedades pueden confiablemente aportar flexibilidad y seguridad a un objetivo productivo. Ese pequeño grupo dependerá de la variabilidad ambiental, capacidad y seguridad operativa, negocios alternativos en el mercado de trigo, etc. Asimismo, ese grupo cambiará con la aparición de nuevas variedades u objetivos. En cualquier caso, prestar la atención y el tiempo necesarios a decidir qué variedades sembraré, y cómo lo haré, es el primer paso hacia la construcción de un cultivo de trigo rentable y productivo.
Fuente: www.revistachacra.com.ar
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